Acaba de lanzarse la campaña "Saca tarjeta roja al maltratador". Algunos comentarios sobre, de, desde:
1. Celebramos la iniciativa de una campaña que busca visibilizar y concientizar sobre esa problemática apremiante que es la violencia de género. Consideramos, además, que la participación de figuras públicas, referentes para muchxs, puede tener gran alcance e/o impacto social y subjetivo.
2. Si bien, ante el número creciente de femicidios y de violencia doméstica, resulta urgente que los distintos organismos y todxs, en tanto sociedad, le "saquemos tarjeta roja al maltratador", resulta clave detenernos en dos cuestiones: de qué hablamos cuándo decimos "sacar tarjeta roja" y a quién nos referimos cuándo hablamos de "maltratador".
3. En el caso de la violencia doméstica y familiar, y ni hablar en el caso de los femicidios, resulta claro. Es el hombre (padre, esposo, conyugue, amante, etc.) perpetrador y perpetuador de la violencia. Sin embargo, son estos casos la punta visible del iceberg. La violencia de género nos constituye y atraviesa, en tanto sociedad hetero-patriarcal y binaria. Las desigualdades de género se nos imprimen desde la más temprana socialización y continúan a lo largo de toda nuestra vida. En esta instancia son fundamentales las Instituciones (también podríamos llamarlas "tecnologías del género"). Cuando decimos instituciones estamos pensando en cosas tan básicas como el lenguaje, pero también en la instituciones educativas, en los medios de comunicación, en las instituciones religiosas, en las fuerzas de seguridad y en las instituciones gubernamentales.
4.
-Maltratador es el hombre que golpea, que viola, que abusa psicológicamente, que asesina.
-Maltratador es quien niega que estas violencias existen.
- Maltratador es el hombre que nos silba en la calle, que nos toca el culo, que nos apoya en el colectivo.
- Maltrador es el que nos acosa en el trabajo, el que nos paga menos por ser mujeres, el que no divide las tareas domésticas con su pareja.
- Maltrador es el estado que no reconoce la doble jornada laboral, que nos niega el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras maternidades.
- Maltratador es quien trafica mujeres, quien las explota, quien las consume.
- Maltratador es quien promueve modelos de belleza opresivos e insalubres.
- Maltrador es quien castiga a una niña por jugar a la pelota y a un nene por jugar con muñecas.
- Maltratador es el lesbofóbico, bifóbico y transfóbico.
- Maltratador es quien nos prohibe asistir a la escuela embarazadas.
- Maltratador es el estado que prefiere que sigan muriendo mujeres en vez de legalizar el aborto.
- Maltrador es un estado que sigue permitiendo que la iglesia católica intervengan en sus políticas públicas, en nuestras vidas.
- Maltratador es un estado que ignora las estadísticas, un estado que quiere informarse ni informarnos.
Los maltratadres tienen nombre y apellido. Gritemoslos.
5. El movimiento de mujeres y el movimiento feminista viene hace años, no sólo sacando tarjeta roja, sino luchando activamente por nuestros derechos. Porque
No resulta suficiente sacar tarjeta roja: hay que cambiar las reglas del juego.
Y esto es lo que Con-textuadas propuso (y sigue sosteniendo) en su intervención: "Tarjeta roja a la violencia de Género. Cambiemos las reglas del juego" (25 de Noviembre, 2011.). Para más información sobre la intervención, fotos, etc. ver entradas anteriores.
Con.textuadas
Actuamos situadas, con la experiencia como impulso, con la teoría como herramienta. Pensamos en contexto, desde un cuerpo generizado y una lengua sexuada. La denuncia (creativa) de lo que se enuncia (texto que nos contextúa) como punto de partida; el trabajo colectivo como espacio de exploración desde el que construir nuevos conocimientos sobre nosotras mismas y sobre el mundo.A través de intervenciones artistico-políticas, buscamos abrir grietas en los silencios que lastiman, las palabras que ofenden y las imágenes que (des)figuran, denunciando la condición textual de los cuerpos, los pactos que existen entre palabras y miradas. Pero para develar es necesario desnaturalizar. Nos proponemos, entonces, una crítica constante a los mecanismos políticos y culturales sobre los que se asienta la opresión de género.